domingo, 11 de abril de 2010

Yoko Ono, la gota que rebalsó el vaso.

Por Alejandra Roldán


A la hora de hablar de la separación de The Beatles el nombre de Yoko Ono siempre aparece. No sólo porque era la esposa de John Lennon, sino, por que se cree que fue una de las causantes de la disolución del cuarteto británico.

Ono conoció a Lennon en un museo en Londres en 1966 pero recién en 1968 la pareja se oficializó. Desde el comienzo de la relación ella ejerció una fuerte influencia, tanto espiritual como artística, en el líder de The Beatles.

En 1967 la muerte de Brian Epstein, representante de la banda de Liverpool, produjo una gran inestabilidad interna en el grupo. Lennon se vio muy afectado por el deceso de Epstein, eran muy allegados, y su roll como líder pasó a ser débil. Entonces, Paul Mc Cartney empezó a hacerse cargo del grupo y George Harrison comenzó su progreso como compositor.

Lennon se había sumergido en su mundo de drogas, descontento con su función en la banda y con la vida familiar que llevaba con su primera esposa, Cynthia Lennon, se aferró a Yoko Ono. Tenían una relación muy estrecha donde ella ejercía un gran control sobre él, no se separaban nunca, a tal punto que presenció y he hizo comentarios durante las grabaciones en estudios de Abbey Road lo cuál molestó a los demás miembros de la banda.

Ono abría protagonizado una fuerte pelea con Harrison lo cual fue la gota que rebalsó el vaso. A Ringo Star no le molestaba la presencia de la mujer, pero a los otros dos si. Fue así que cansado de las individualidades y en busca de nuevos horizontes, Lennon eligió a su mujer y junto con Mc Cartney, Harrison y Star anunciaron que los The Beatles dejarían de ser un grupo.



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